SHOCK
Introducción
El Shock ha sido
descrito desde hace algunos años de innumerables formas por diferentes
representantes del área de la salud, entre ellas podemos mencionar, shock es;
“una manifestación de un trastorno rudo de la maquinaria vital”, Samuel Gross,
o “pausa momentánea en el acto de la muerte”, R. Adams Cowley. De cualquier
manera, el shock sigue representando un importante papel entre las causas de
mayor morbimortalidad del paciente, por lo que uno de los principales objetivos
del proveedor de cuidados para la salud debe ser el diagnóstico rápido, la
reanimación y el manejo definitivo del mismo.
Los mecanismos
pueden incluir, disminución del volumen circulante, disminución del gasto
cardiaco o vasodilatación, por este motivo el shock se clasifica en; hipovolémico,
distributivo cardiogénico.
Dentro de los
principales síntomas encontramos; alteración del nivel de consciencia,
taquicardia, hipotensión.
Definición, anatomía y fisiología del Shock.
El Shock es una
afección potencialmente mortal, en donde se produce un cambio en la función
celular de un metabolismo aeróbico a un metabolismo anaeróbico, debido a la
hipoperfusión de las células tisulares, cuando el aporte de oxígeno a las
células del cuerpo es ineficiente para satisfacer sus necesidades metabólicas,
durante este proceso se disparan las cascadas de inflamación y coagulación.
Durante las
primeras etapas del shock la presión arterial no disminuye, el grado de
disminución de la presión arterial depende de la compensación fisiológica y de
la causa potencial de este estado, durante la compensación se produce vasoconstricción
selectiva aumentando la circulación de sangre al corazón y al cerebro.
El shock puede
ser hipovolémico, distributivo, cardiogénico; el primero (hipovolémico) se da
debido a una disminución importante del volumen intravascular, causada
frecuentemente por una hemorragia interna o externa; el shock distributivo se
da al producirse vaso-dilatación, el volumen de sangre es normal pero los vasos
sanguíneos se encuentran dilatados lo
que puede producir también una acumulación de sangre en los lechos venosos disminuyendo
el gasto cardiaco, esto lo observamos en anafilaxia (shock anafiláctico), en
una lesión grave de la médula espinal (shock neurogénico) o en una infección
importante (shock séptico); sobre el shock cardiogénico podemos decir que se da
debido a una afección cardíaca de base.
Entre los
principales síntomas que vamos a evidenciar al valorar al paciente tenemos;
disminución del nivel de consciencia, piel pálida, fría y sudorosa,
probablemente cianosis, llenado capilar prolongado, pulso periférico rápido y
débil, dependiendo del estadio del shock podría estar ausente, taquipnea e
hiperventilación, presión arterial baja en estados avanzados de shock; en el
caso de shock distributivo tendremos piel caliente y roja, pulso saltón, fiebre
(shock séptico), urticaria y sibilancias (shock anafiláctico).
El diagnóstico
del shock es principalmente clínico y sobretodo reconocer la causa del mismo,
en ciertas ocasiones como en un trauma con una hemorragia importante la causa
del shock será obvia, pero en otros casos deberemos evaluar exhaustivamente al paciente
para determinar la causa y tratarla adecuadamente.
Conclusión.
Este es un tema
fundamental para el desarrollo de nuestra profesión, enfocados principalmente a
brindar una atención de calidad por lo cual lleva implícito el compromiso de
estudio y mejora continuo.
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